Tuesday, May 28, 2013

Non nobis, Domine, non nobis

Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam.

Las tinieblas de la noche habían  caído sobre la isla donde fueron ejecutados ese día, Marzo de 1314, el Gran Maestre JaQues de Molay y sus Preceptores de Aquitaine, Geoffrey de Goneville; de Normandia, Geoffrey de Charney; así como el Tesorero visitador del Temple en Francia, Hugh de Pairaud. Los demás oficiales y caballeros que habían sobrevivido al interrogatorio de la inquisición que había durado por más de siete años, fueron obligados por sus superiores a aceptar los cargos y someterse al castigo de la Inquisición,  el cual fue en la mayoría de los casos,  penitencias y claustro por el resto de sus vidas. Muchos hermanos menores al servicio del temple, que cuidaban de sus caballerizas, de sus implementos de guerra, de sus huertas y corrales, de la limpieza y del cuidado de su propiedades y construccion e sus edificios, hacían de esta orden religiosa, la más poderosa y extensa que había  existido en la historia de la Iglesia que entre caballeros y hermanos menores, constituían una fuerza de más de 300.000 Templarios esparcidos en el mundo de la cristiandad de los cuales solo 5000 fueron hechos prisioneros en Francia. Ellos habían decidido seguir a sus hermanos, sirviendo como hermanos legos, en otras órdenes religiosas que los mismos caballeros escogieron para cumplir sus condenas; La Orden de los Hospitalarios y la de los carmelitas en Tierra Santa, fueron las ordenes principales escogidas por ellos entre otras. Los demás se habían refugiado con sus familias, dispuestos a seguir siendo fieles a la autoridad del Temple del que esperaban que surgiera un nuevo Maestre. Semanas antes de su captura, el Maestre le mandado llamar para darle instrucciones especiales. El cuerpo de Inteligencia infiltrado en la corte, había proporcionado informes de que el Rey, planeaba una conspiración contra el Temple. temeroso de su fuerza militar y de su poderío económico y apoderarse de sus riquezas, ayudaría a la corona a financiar su guerra contra Inglaterra, pues estaba seguro que el Temple se negaría a prestarle, debido a ciertos adeudos anteriores que nunca les pago, a pesar de haberlo ocultado y salvado de sus enemigos. Marshall, dijo el Maestre a su Marshall en jefe; pondrás en práctica un plan inmediato para salvaguardar los tesoros espirituales y materiales que nos han sido encomendados, debo recordarte  los votos de fidelidad y obediencia, de pobreza y de entrega de nuestras vidas al servicio de Jesús, de los cuales somos sus  humildes caballeros que le siguen. La espada de la inteligencia será nuestra arma contra la injusticia y la Luz del amor de Cristo, la que ilumine nuestro camino en medio de las tinieblas del mundo y nos permita esperar con fe y con paciencia, su retorno glorioso como Rey y Señor de su Iglesia y de su Pueblo. Quiso protestar, pidiéndole le dejara seguir la suerte a la que él y sus Preceptores fueran a enfrentar. El tiempo es corto, le dijo y confió en el Papa, además de que ya he designado otro grupo para que se avoque a seguir estos acontecimientos y estén en contacto con él, del cual acatare cualesquier decisión. Tu como Marshall eres de mas utilidad actuando en las sombras, porque en ti reside la fuerza militar del Temple y mantendrás unido a éste desde la clandestinidad de ser necesario, por lo que he conferido a tu escudo de caballero, un nuevo motto, que será desde ahora: "Semper Fidelis"   Despidámonos y entrégate con pasión a esta misión que te encomiendo, Con lagrimas en los ojos, se abrazaron y despidieron. Escogió a sus  oficiales de más confianza  y junto con ellos empezo a trazar un plan de evacuación de los tesoros del temple. El gran problema al que se enfrentarían, era desconocer el destino de un Temple esparcido en el mundo de la cristiandad y de muchos de sus tesoros conservados en distintas y distantes casas pertenecientes a la orden. Mando emisarios hacia puntos diferente con el pretexto de hacer un inventario de tesoros esparcidos entre los que destacaban, objetos y reliquias, Libros y pergaminos y finalmente, joyas y metales ,preciosos acuñados en monedas y pequeñas barras y tabletas además de una lista de documentos de entregas de propiedades y concesiones, depósitos y préstamos. El Temple era dueño de grandes propiedades  entre las que destacaba España  de la que era propietario de casi la mitad de su territorio. Poseía además, una gran cantidad de documentos que habían sido copiados y enviados al vaticano que este mantenía en su archivo secreto, donde asignaba grupos de investigación que estudiaban con gran hermetismo muchos de ellos y los clasificaba como dentro de la Fe de la Iglesia o fuera de ella siendo estos últimos, guardados nuevamente en secreto, con la esperanza de que un día, la fe pudiera trascender sobre ellos. (Allí estaban las cartas y mapas de rutas que hablaban del puente hacia las indias y tierras extrañas que un día, algunas fueran robados de estos archivos, por el tío de uno de los navegantes de Cristóbal Colon, algunas de ellas, confirmadas por expediciones Templarías que habían seguido los mapas originales). Otro reto al que se enfrentarían, sería  el designar los lugares que se destinarían para guardar estos tesoros. Los Alpes Suizos considerados como La tierra libre de las montañas, estaba fuera del alcance político y militar de los reyes y favorablemente cerca a los territorios de los guardianes del tesoro de Constantino. Relativa seguridad las de los Reinos en África y Medio Oriente, donde a pesar de existir iglesias fieles a Roma, no representaban una seguridad política que las protegiera con una Iglesia Copta, de influencia gnóstica, resentida con la Iglesia de Roma la cual había destruido y tomado muchos de sus libros, escritos y reliquias . La Iglesia de Oriente de los países bizantinos, había caído bajo la influencia Otomana que además, poseía sus propios tesoros religiosos y caer bajo el Islam era cuestión solo de tiempo.   Inglaterra en guerra con Francia, ofrecía una seguridad política momentánea, mas no duradera, mientras siguiera en guerra con Francia y se convertía en el país ideal para aquellos Templarios deseosos de vengar a sus compañeros. Portugal podría convertirse en un refugio pero nunca llegaría a ser un sitio seguro para sus tesoros a menos de que estos fueran ocultados y sellados pero este sitio solo sería utilizado para aquellos tesoros que no hubieran podido ser evacuados a tiempo. Solo quedaba una ruta más de escape y esta era la de las tierras extrañas e inexplorables que anteriores expediciones templarías habían realizado y dejado constancia de sus viajes. El Maestre le había dado un documento que declaraba al Temple en estado de guerra y aunque no especificaba al enemigo, si daba al Marshall la supremacía de autoridad  en el Temple para organizar sus fuerzas que por ley le correspondía en las batallas y en caso de muerte del Gran Maestre, tenía el derecho de convocar a una elección dentro de las leyes de la Orden,  apegadas a sus juramentos y a sus votos. El día de la ejecución, varios caballeros incluyendo al Marshall, habían estado en la escena, disfrazados como gente aldeana y habían escuchado con claridad, las palabras del Gran Maestre pidiendo perdón a sus compañeros por haber aceptado sus culpas pero alegando inocencia de ellas y lamentaba la muerte de muchos de ellos vencidos por el rigor de los interrogatorios; al final invocaba al Rey Felipe, a su Inquisidor Nogaret y al Papa Clemente, a comparecer ante el supremo tribunal de Dios, antes de un año de esta fecha. Ante cientos de atónitos ojos, fueron encendidas las hogueras que al igual que el Rey y su corte, esperaban la confirmación de sus culpas que les salvaría de morir pero que los llevaría a un enclaustramiento y humillación hasta el fin de sus vidas. Esa noche, varias sombras cruzaban a nado las apacibles aguas del rio Sena para rescatar de entre las cenizas aun ardientes en la isla desde la que se divisaba majestuosa la Catedral de Nostre Dame, los restos humeantes de sus máximos jefes. La cita convocada por el Marshall fue puntual, a ella acudieron algunos Marshalls de Preceptorias, y caballeros de diferentes regiones que no habían estado al alcance de la inquisición. Las luces de las velas que iluminaban apenas el sitio oculto de la reunión dentro de la inmensa catedral de Chartres donde se reunió este grupo encabezado por el Marshall, tenía como objeto, el ocultamiento secreto de los restos rescatados esa noche y todos esperaban con impaciencia, la convocatoria para elegir un nuevo Maestre.  Este se opuso conminándolos a ser pacientes y a fijar una fecha posterior para tratar este asunto con más detenimiento y en un lugar a los que pudieran asistir otros Templarios y perceptores de casas más distantes y percatándose que los ánimos se caldeaban, argumento que debía abandonar la reunión para realizar una voluntad postmorten del gran Maestre que debería ser realizada esa misma noche sin dilación, y presuroso salió con sus oficiales, pero se oculto con dos de ellos tras las columnas del templo y escucho con tristeza el juramento de los que habían permanecido, el cual firmaron y ocultaron en un lugar cercano a los restos de sus líderes, en el se comprometían a eliminar al rey de Francia y su inquisidor así como también, tomar venganza del Papa para cumplir lo que ellos pensaron era el último deseo del Gran Maestre y se comprometieron a llevar a cabo el ideal de sus jefes de reconquistar algún día,  tierra Santa. terminada la reunión se apresuro a salir antes que el grupo de conspiradores y se reunió con sus otros oficiales en una ermita abandonada, allí les explico el verdadero deseo del Maestre y les dejo en libertad para continuar o abandonar el temple o unirse a otros grupos que no reconocieran su autoridad de Marshall en jefe. Todos sacaron sus espadas y juraron lealtad al temple que permanecía oculto y aquel en exilio que siguiendo la voluntad de sus jefes, se comprometieran con los planes de su Marshall. El Marshall entonces les recordó que   San Bernardo de  Claraval les había dotado de un motto   tomado del Evangelio que contenía muchas cosas contrarias a las acusaciones hechas al temple y que ellos guardaban en su corazón y convirtieron en su principal oración antes y después de las batallas y en el cual, maravillosamente se encuentran resumidas las cualidades espirituales del Temple. y cerrando sus ojos, vio una batalla más terrible que todas las batallas del Temple de una duración increíble y mas allá de toda lógica, que enfrentaba a un Temple dividido sirviendo a Señores diferentes. pudo ver a su Maestre colgado de un madero y en él vio la figura de Jesús colgado de la cruz y aunque sus últimas palabras no fueron "Perdónalos Señor, porque no saben lo que hacen" tampoco fueron "Condénalos Señor,   cuando estén ante ti" y cayendo de rodillas, empezó a exclamar acompañado de sus oficiales,  este Salmo que ha permanecido a través de la historia como un grito de guerra en las gargantas de sus caballeros.
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam: Super misericordia tua et veritate tua; nequando dicant gentes : Ubi est Deus eorum? Deus autem noster in cælo; omnia quæcumque voluit fecit. Simulacra gentium argentum et aurum, opera manuum hominum. Os habent, et non loquentur; oculos habent, et non videbunt. Aures habent, et non audient; nares habent, et non odorabunt.  Manus habent, et non palpabunt; pedes habent, et non ambulabunt; non clamabunt in gutture suo. Similes illis fiant qui faciunt ea, et omnes qui confidunt in eis. Domus Israël speravit in Domino; adjutor eorum et protector eorum est. Domus Aaron speravit in Domino; adjutor eorum et protector eorum est. Qui timent Dominum speraverunt in Domino; adjutor eorum et protector eorum est. Dominus memor fuit nostri, et benedixit nobis. Benedixit domui Israël; benedixit domui Aaron. Benedixit omnibus qui timent Dominum, pusillis cum majoribus. Adjiciat Dominus super vos, super vos et super filios vestros. Benedicti vos a Domino, qui fecit cælum et terram. Cælum cæli Domino; terram autem dedit filiis hominum. Non mortui laudabunt te, Domine, neque omnes qui descendunt in infernum: sed nos qui vivimus, benedicimus Domino, ex hoc nunc et usque in sæculum.

¡No a nosotros, Señor, nos des la gloria, no a nosotros, sino a tu nombre, llevado por tu amor, por tu lealtad! ¿Quieres que digan los paganos: "¿Dónde está, pues, su Dios?" Nuestro Dios está en los cielos, él realiza todo lo que quiere. Sus ídolos no son más que oro y plata, una obra de la mano del hombre, Tienen una boca pero no hablan, ojos, pero no ven , orejas, pero no oyen, nariz, pero no huelen. Tienen manos, mas no palpan, pies, pero no andan, ni un susurro sale de su garganta. ¡Que sean como ellos los que los fabrican y todos los que en ellos tienen confianza! ¡Casa de Israel, confíen en el Señor, él es su socorro y su escudo! ¡Casa de Aarón, confíen en el Señor, él es su socorro y su escudo! ¡Los que temen al Señor, confíen en el Señor, él es su socorro y su escudo! El Señor no nos olvida, nos bendecirá: bendecirá a la casa de Israel, bendecirá a la casa de Aarón, bendecirá a los que temen al Señor, tanto a los pequeños como a los grandes. Que el Señor los haga crecer a ustedes y a sus hijos. ¡Que el Señor los bendiga, el que hizo los cielos y la tierra! Los cielos son la morada del Señor, mas dio la tierra a los hijos de Adán. No son los muertos los que alaban al Señor, ni todos los que bajan al Silencio, mas nosotros, los vivos, bendecimos al Señor desde ahora y para siempre.
Salmo 115
De mi libro "Militia Dei" y de mis reflexiones en la soledad del Temple
Con el Saludo Fraternal de siempre a todos mis H:.T:. seguidores de estas paginas.

Vicente De Houston
Un Marshall Olvidado Del Temple
"UBI AMOR IBI OCULOS"
 

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